Dic 31, 2014 | 2014, Número 14, Todos Los Números
Artículo aparecido en la sección de Bolsa e Inversión de ‘El economista’ y que nos habla de la evolución del dólar en los últimos meses y nos da pistas sobre la evolución esperada en 2015.
Me ha parecido interesante analizar a que se deben los cambios de precio de las monedas porque existe la creencia popular de que la fortaleza o debilidad de una moneda es reflejo de la fortaleza o debilidad de su economía.
Y aunque sea errónea, no es de extrañar que exista esta creencia.
Primero porque como mínimo suena coherente que si la economía de país va bien, todo el resto sea más fuerte, incluyendo la moneda.
Y segundo porque los expertos tampoco ayudan a clarificarlo. En el mismo artículo que estamos analizando se dice ‘Un hito que no se conseguía desde 1989 y que es reflejo de la buena situación económica del país‘.
Suena bien, ¿Verdad? Pero si lo pensamos con detenimiento, Estados Unidos ha pasado otros momentos con buena –si no mejor– situación económica desde el año 1989. Y su moneda no conseguía esa apreciación. Así que quizás los aspectos más importantes que influyen en el valor de una moneda sean otros, como por ejemplo:
- Cantidad de dinero existente en circulación en un determinado momento. Las monedas son como cualquier otro activo. Están sujetos a las leyes de la oferta y la demanda. Si el banco central comienza a emitir dinero, habrá más para ofrecer y éste bajará de precio.
- Tipo de interés. Cuanto mayor sea el tipo de interés ofrecido por la zona, mayor será la demanda de dinero para colocarlo a ese tipo de interés. De nuevo oferta demanda.
- Aspectos comerciales. Cuanto mas exporte un país más interés habrá por tener moneda de ese país para pagar las compras. Y mayor será el valor de esa moneda.
- Confianza en la zona. A más confianza de los inversores, más dispuestos estarán a invertir.

Fuente: www.eleconomista.es
- Inflación. Cuanto mayor sea ésta, menos cosas se podrán comprar con esa moneda y por tanto bajará su valor.
- Especulación. Basada en las expectativas sobre el valor futuro de la moneda.
En mi opinión, los aspectos que más están influyendo e influirán en el precio del dólar en 2015 tienen que ver con las expectativas sobre los tipos de interés, el fin del quantitative easing, la confianza en la zona y la menor dependencia de las importaciones de productos energéticos.
Y la pregunta que de verdad importa. ¿Cómo afectarán estos cambios a nuestros ahorros?
Pues si se cumplen la expectativas, saldrá beneficiado todo el ahorro que tengamos en dólares.
Y no me refiero únicamente a tener una cuenta en dólares, sino también a acciones, bonos o fondos que hagan inversiones en dólares.
Si el dólar pasa del 1,21 de 31/12 a 1,15 por ejemplo, pues eso nos daría una rentabilidad adicional de alrededor de un 5% simplemente por las diferencias de cambio.
Evidentemente, que si tenemos posiciones en dólares, deberíamos asegurarlas si la tendencia fuera la contraria.
Dic 20, 2014 | 2014, Número 14, Todos Los Números
Hay que ver la que se ha montado en Grecia con el avance de Syriza. Escuchando las noticias por la televisión parecían dar a entender que Alemania le enseñaba a Grecia la puerta de salida en caso de que el partido de Alexis Tsipras ganase las elecciones.
Aquí mismo se han levantado voces con la misma insinuación, que si llega Syriza al poder, Grecia saldría del Euro.
Y claro, visto así, pues es muy preocupante. ¿Como se va a injerir Alemania en el voto de los Griegos? ¿Acaso no debería imperar libertad en el voto de cada ciudadano europeo por la opción que le parezca más convincente?
Luego lees las noticias con un poco más de detenimiento, miras varias fuentes, y ves que la cosa no es como la pintan.
Lo que han dicho los alemanes es que Grecia tiene que mantener los compromisos adquiridos independientemente de quien gane las elecciones.
En otras palabras. Que si el resto de europeos le hemos prestado un dinero a Grecia a cambio de que haga unas reformas necesarias para salir de la crisis y poder devolver lo que le hemos prestado, ahora no vale decir que no devuelven el préstamo porque es otro quien manda.
Eso sería como si una empresa cambiara de gerente y como cambia el que manda, pues ya no paga a los proveedores. Y claro, eso no puede ser.
Lo que si ha pasado es que el Fondo Monetario Internacional ha dicho que paraliza las entregas de dinero hasta que se sepa quien manda en Grecia después de las elecciones y cuales son sus intenciones.
Así que el problema no es quien gane las elecciones, sino que quien las gane lo haga con la intención de no devolver los préstamos. Porque claro, prestarle dinero a alguien que ya te dice que no te lo va a devolver es de ser bastante necio.
Y no olvidemos que ese dinero del rescate a Grecia es alemán en parte, pero otra parte es nuestra.
La gestora JP Morgan contempla la posibilidad de que Grecia salga del Euro. O mejor dicho, ‘considera imprudente negar la posibilidad de que Grecia salga de Euro’.

Fuente: www.libremercado.com
Pero una cosa es negar esa posibilidad y otra bien distinta es no darse cuenta las dificultades que para Grecia tiene la salida del Euro.
Primero por la complicado que le sería acceder a mercados exteriores. ¿Quién confiaría en el país para venderle cosas tan básicas como petróleo a menos que pagara al contado? ¿Y quien aceptaría como pago la nueva moneda del país sabiendo el riesgo de deflación asociado?
En mi opinión, las desventajas que una salida del Euro tiene para Grecia son muchísimo mayores que los beneficios que pueda sacar. Quizás Syriza ha ido suavizando su mensaje en los últimos tiempos porque saben que hay cosas que puede decir la oposición, pero no el partido del gobierno.
Dic 15, 2014 | 2014, Número 14, Todos Los Números
Existe una tendencia a pensar que las condiciones en otros países de nuestro entorno son parecidas a las nuestras y normalmente no vamos más allá para descubrir si esa afirmación es correcta o no.
Los líderes políticos y sindicales se llenan la boca hablando de la precariedad laboral española y como vamos por detrás del resto de países europeos en todo lo relacionado con el empleo.
Muchas veces no le damos más importancia. Escuchamos. Nos lo creemos y punto.
Pero hete aquí que de pronto descubres que un país como Alemania no ha tenido un salario

Fuente: El economista
mínimo hasta ahora. Yo lo confieso. No lo sabía. Daba por supuesto que si.
Y ahora lo tendrá aunque no será de implantación universal. Dejará fuera a los becarios, a los menores de 18 años sin titulación y a los parados de larga duración. Claro que si aquí excluyes a los parados de larga duración dejas fuera a mucha gente, por desgracia.
Pero además descubrimos que su implantación está siendo muy discutida por el coste que dicha medida puede tener en puestos de trabajo.
Pero mirándolo desde aquí me ha parecido una noticia magnífica.
Resulta que uno de nuestros mejores clientes acaba de incrementar sus costes internos de producción por arte de birlibirloque al tiempo que incrementa la capacidad de compra de sus consumidores. Así que no podemos estar más de enhorabuena.
De todas formas, el artículo se encarga de echarnos un jarro de agua fría a nuestra situación pues nos cuenta que el salario mínimo interprofesional alemán será el doble del español. Como si eso fuera un agravio comparativo.
Parece que tenemos que enfadarnos porque los alemanes cobrarán más que nosotros en lugar de alegrarnos porque ello nos hará más competitivos. Y yo me hago dos preguntas para dejarlas en el aire.
Si hemos estado más de cuarenta años con un salario mínimo que los alemanes no tenían. ¿Pasa algo por estar un tiempo con un salario mínimo inferior al de ellos? Aunque solo sea para compensar.
Y si el salario mínimo en Alemania es el doble que el nuestro ya no hay ninguna razón para que no podamos inundar Alemania de productos españoles pues nuestros costes de producción serán mucho más bajos. Si no lo hacemos, ¿No será que hay algo que empresarios, políticos y trabajadores estamos haciendo mal?
La diferencia está en la manera de abordar la cuestión laboral. No han necesitado ese salario mínimo, porque se pactaba en los convenios.
En Alemania, los sindicatos se sientan en el consejo de administración de las principales empresas y son conscientes que que si la empresa se hunde, se hunden los puestos de trabajo.
Por su lado las empresas, con un 6% de paro, saben que si no cuidan a sus trabajadores, no podrán producir y cerrarán.
Al final la mejor defensa de los trabajadores es una tasa de paro del 3%.
Dic 9, 2014 | 2014, Número 14, Todos Los Números
Hay un dicho que reza así. ‘Un economista es aquel señor que mañana te explicará porque hoy no pasó lo que él predijo ayer’.
En economía hay tantos factores que entran en el juego, que es muy difícil hacer predicciones. Y cuanto más largo es el plazo, más complicado es.
Dicho lo anterior, no es menos cierto que siempre podemos tirar de indicadores, que si bien no nos dan la certeza absoluta del comportamiento de la economía, si que nos pueden dar una indicación de por donde van los tiros.
Son como los análisis de sangre que nos recetan los médicos. No les dicen lo que tenemos, pero les aportan indicaciones.

Fuente: Expansión
Pues bien, hechas las reservas pertinentes, el artículo aparecido en expansión da en el clavo sobre que pasará con la economía en 2015 en muchos aspectos. Siempre desde mi punto de vista.
Por lo que respecta a la situación española parece que vamos en la senda correcta a pesar de encontrarnos con un entorno más bien problemático, pues en el resto de Europa el crecimiento se está resintiendo. No olvidemos que el principal destino para nuestras exportaciones es Alemania y Francia.
A pesar de ello, los autores consideran tal y como comentábamos en el número del mes pasado que la bajada de los precios del petróleo será beneficiosa para la economía global a pesar del efecto negativo que tiene sobre la inflación.

Fuente: Expansión
No he visto por el momento ningún análisis que me parezca definitivo sobre las razones para la bajada de los precios del petróleo. Y los autores de este artículo tampoco lo hacen, por lo que por el momento nos quedamos sin saber si estos precios bajos –y sus beneficiosas consecuencias– serán algo que disfrutaremos los próximos meses, los próximos años o los próximos lustros.
He aquí uno de esos factores que hacen difícil las previsiones. Pero vamos, si que al menos no parece que la situación vaya a revertirse a corto plazo.
Como anécdota para los amantes de las teorías conspirativas, una de las razones esgrimidas para que mantener los precios bajos sea interesante para los productores de petróleo es que por debajo de 80$ se reduce el interés en el desarrollo de energías alternativas.
Entre los riesgos, nos quedamos con la desaceleración de los mercados emergentes y el impacto de la subida de tipos de interés que ocurrirá en USA bien entrado el 2015.
Éste último, si bien tendrá una relación directa con nuestros ahorros vía bajadas de precio de la renta fija, también es cierto que el incremento de precio del dólar asociado ayudaría a impulsar las exportaciones europeas.
Nov 28, 2014 | 2014, Numero 12 + 1, Todos Los Números
Y no es solo este artículo que nos habla de la baja remuneración de los depósitos, sino este otro que nos habla de un banco Alemán que ha comenzado a cobrar por los depósitos a un día de más de 500.000 €.
Y este segundo es casi más preocupante por lo que puede suponer de tendencia.
De todas formas, parece que cuando hablamos de tipos del 2%, el 3% o incluso el 4%, pues tampoco es tanta la diferencia. Al fin y al cabo, un 1% de mil euros, son 10€.
La sensación que queda es que por muchos años que pasen, pues la diferencia tampoco ha de ser tan abismal. Es decir, si pasan 10 años son 100€, al cabo de 20 años 200€ y así. ¿No?
Pues no. Resulta que en periodos largos de tiempo –y debido a la capitalización compuesta–, la diferencia de un 1% en el tipo de interés es algo crucial.
Y para que nos hagamos una idea, os he preparado una tabla lo que acabaríamos ganándole a 1.000€ puestos al 1%, al 2%, al 4% y al 6% durante 10, 20, 30 y 40 años.
No he tenido en cuenta la fiscalidad a efectos simplificadores.
Es decir, al 1% en 10 años le sacamos 105€, pero en 40 años no le sacamos 420€, sino 489€.

Por capitalización compuesta. Y esta diferencia que es ligera al 1%, al 6% se dispara y pasamos de 791€ a 9.286€. Eso si, para quien tenga cuarenta años por delante. Aunque yo personalmente espero llegar a muy viejito.
Pero vamos, lo que parece claro es que a largo plazo, merece la pena sacar algún punto más de rendimiento.
Y con esto no podríamos contentar si no fuera porque 9.286€ de dentro de cuarenta años no valen igual que hoy. Os recomiendo el tercer artículo de este mismo número para valorar el impacto de la inflación.
Pero a lo que vamos. Si tenemos una inflación media de un 3% y nuestro dinero puesto al 1%, 2%, 4% y 6%. ¿Qué pasará con él a 10, 20, 30 y 40 años? ¿Cuanto ganaremos? … si es que ganamos.
Pues muy sencillo, mientras la rentabilidad no cubra la inflación, lo que nos va a pasar es que perderemos dinero. Inexorablemente. Un año más, unos euros menos. Año tras año.
A la rentabilidad después de descontar la inflación le llamamos rentabilidad real pues es la que nos permite comprar más cosas al cabo de un año.

Y vemos que por debajo de la inflación perdemos dinero cada año que pasa. Casi como si nos cobraran por el depósito.
Así que la próxima vez que le ofrezcan guardar su dinero en algo seguro aunque menos rentable, piense en los objetivos que tiene para ese dinero, no sea que la seguridad que le ofrezcan sea la de perder.
Nov 26, 2014 | 2014, Numero 12 + 1, Todos Los Números
Ya lo decíamos en números anteriores de este boletín y lo comento con mis clientes cada vez que nos vemos. Todos los números apuntan a que el incremento mínimo de las pensiones aparecido en la última reforma, acabará siendo el máximo.
Pero claro, si las pensiones suben, aunque solo sea un 0,25%, la cosa no es tan mala, ¿Verdad? Porque subir suben, aunque sea poco. ¿O no?
Pues no. El valor que nos dan siempre es el valor monetario, esto es si cobraremos más o menos Euros, pero lo que de verdad nos tiene que preocupar es lo que podremos hacer con esos Euros. Porque estaremos de acuerdo en que de poco me sirven hoy día las 500 pesetas (3€) que costaba hacer la compra de una semana en 1970.
Y si una pensión mínima hoy son unos 600€ al mes, ¿A cuanto equivale esta cantidad dentro de diez, veinte ó treinta años? Pues os he preparado los cálculos. Tened en cuenta que el resultado son puras matemáticas. No son opiniones, aunque se basa en dos supuestos.
Crecimiento de las pensiones del 0,25%
Me gustaría decir que no, que será más. Pero sinceramente no lo creo. Es el incremento mínimo que permite la última reforma. Y es el incremento que vamos a ver.
Inflación media del 3%
Aunque la inflación esté ahora en torno a 0,1%, lo difícil para el BCE, en condiciones generales, es conseguir una inflación baja. Como el objetivo del BCE es una inflación media del 2%, pues hemos supuesto una media del 3%. Es decir, hemos supuesto que el BCE hace muy bien su trabajo. Si no fuera así, el resultado sería aún peor.
Resultado
Bajo estas condiciones, lo que cobraremos los que nos jubilemos cada uno de esos años es la columna ‘Valor Nominal’, pero el valor real de esos euros lo vemos en la columna ‘Podremos Comprar’. Es decir, en 2014, la pensión mínima es de 600€ (jubilado con cónyuge no a cargo) y podemos comprar por valor de esos 600€.
Esa misma pensión es, para los que se jubilen en 2024, de 615€. Es decir, habrá subido 15€, pero la vida habrá subido tanto, que solo podremos comprar por valor de 446€.

Si tomamos como edad de jubilación los 67 años, en azul es lo que subirán las pensiones de los que ahora tienen 57, 47, 37 y 27 años. En verde lo que subirá (bajará) su poder adquisitivo.

Si estás en un tramo superior, tan solo tienes que hacer la regla de tres para saber cuanto cobrarás y lo que podrás hacer con ello. Y cuando lo sepas, en vez de ponerte a llorar, mejor ponte a buscar soluciones. Y hazme caso. Las hay.