Impresionantes las conclusiones del estudio realizado conjuntamente por Esade e Infojobs y que recoge este artículo.
Y yo no se a vosotros pero a mi, noticias como éstas, me producen sentimientos encontrados.
Por un lado me parece indignante que haya gente que pueda estafar a sus conciudadanos de esta manera. Nada menos que el 19% de los parados ha hecho trabajos en negro. Pero por el otro lo entiendo a la luz de la tremenda presión fiscal que sufrimos los habitantes de este país. Intentaré desarrollar ambas ideas y poner un ejemplo gráfico.
Estafa a los demás
Sin rodeos. Cada euro que alguien evita pagar a hacienda es un euro que tendremos que pagar los demás o que tendremos que pedir prestado y acabaremos pagando más tarde.
Los hospitales, la educación, las carreteras, las pensiones. Todo eso sale de los impuestos. Cuando alguien cobra una prestación, es frecuente escuchar frases del tipo ‘El gobierno nos da una ayuda familiar’ o bien ‘La junta nos paga viviendas sociales’.
Pues bien. No es del todo cierto. Tanto la ayuda familiar, como las viviendas sociales las pagamos entre todos. Con nuestros impuestos se hace una bolsa de dinero y los gobernantes lo único que hacen es elegir en qué se utilizará el dinero. Pero el dinero no es suyo. Es nuestro. Y cada euro que va a parar a viviendas sociales, es un euro que podría haber ido a otro sitio como educación, sanidad, etc.
No digo que no se tenga que invertir en viviendas sociales. Solo constato que los euros son los que son y los que no se aportan nos los estafa alguien y los que si tenemos, se han de emplear con cabeza. En parte al leer la noticia me he acordado de este whatsapp que me llegó hace algún tiempo. Lo pongo tal cual lo recibí.
Presión fiscal
La otra cara de la moneda, que es la que me hace tener esos sentimientos encontrados es que llega un momento en que se hace patente revisar si no nos estaremos pasando con el dinero que aportamos al estado.
Es cierto que tenemos que disfrutamos de unos servicios amplios. Muy amplios. Pero pensemos que cada uno de nosotros está aportando al estado –al fondo común– más de la mitad de los que producimos.
Y no me estoy refiriendo a rentas altas, que siempre hemos oído que podían llegar a pagar en impuestos la mitad o más de lo que ganan. Me refiero en realidad a las rentas bajas. Las altas pagan mucho más.
Y quizás sea una presión fiscal demasiado elevada. Por eso cuando escucho a políticos hablar de que necesitamos más sector público me preocupo. Porque habrá que pagarlo y nos subirán los impuestos.
Mirad este ejemplo, que también me llegó por whatsapp –mi wp a veces saca humo– y que clarifica mucho lo que estoy diciendo.
En definitiva. Mal, muy mal por esos que trabajan en negro. Y peor aún por nuestros gobernantes, que tendrían que buscar maneras de hacer lo mismo que ya hacen, pero cobrándonos menos.