La noticia me pilló en Manzanares. Llegué a casa y en la tele estaban hablando de verdadera debacle en la bolsa española arrastrada por la crisis del peso argentino.
El titular, catastrofista como pocos hacía presagiar poco menos que el fin del mundo. Mi padre me comentó el tema repitiendo el titular que acababa de escuchar.
Eso me hizo reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación en la percepción que la gente tiene de la renta variable.
La tremenda bajada era de un 3,39%. Pero la mayoría de la gente no sabe apreciar si eso es mucho o es poco y se queda con el titular, que habla de tremenda bajada y de debacle en la bolsa.
¿Y en que consiste en verdad esa tremenda bajada del 3,39%? Pues en perder lo que llevaba ganado desde el 6 de Enero de 2014. Es decir, quien hubiera comprado una cesta similar al Ibex el 6 de enero se quedaría igual. Tampoco parece dramático y más cuando se trata de inversiones a largo plazo (lo otro no es invertir sino jugar a la ruleta).
¿Y que ha pasado desde entonces? Pues que en una semana ha recuperado un 0,5%. Más de lo que ofrecen algunas entidades por sus depósitos a un año. Tampoco parece tal debacle.
Insisto. La renta variable siempre a largo plazo.