El artículo de Cinco Días comienza diciendo que aparentemente no hay una burbuja de deuda en el mundo porque se compra todo lo que se emite. Una reflexión muy poco tranquilizadora.
Más que nada porque en el año 2006, en España, se vendía cualquier inmueble que se pusiera a la venta. Y ya sabemos como acabó todo con un argumento tan ‘de peso’.
Crecimiento de la deuda
Si que es cierto, por el contrario, que la deuda ha crecido de una manera espectacular en los últimos años. En especial la deuda pública.
¡Ojo! Al mirar el gráfico, tened en cuenta que el eje de ordenadas (Y) empieza en 100. Es decir,el nos faltaría la parte de abajo del gráfico. Así que la deuda no se ha multiplicado por cinco o seis, sino por 1,5. Que es mucho, pero menos de lo que da a entender si no caemos en este detalle.
Pero a lo que vamos. Este incremento se debe, en buena medida, a la aplicación de estímulos en la economía para salir de una crisis.
Los gobiernos tienen que hacer frente, como vemos aquí, a mayores importes en prestaciones por desempleo y otras ayudas en un momento en que bajan los ingresos. Porque al bajar la actividad económica se pagan menos impuestos.
Si además, por el camino te encuentras con políticos irresponsables dispuestos a cumplir programas electorales imposibles, el gasto público puede dispararse.
Que no digo que sea algo que esté pasando, pero si que podría llegar a pasar si nos creemos cosas como que podremos cobrar un sueldo por arte de birlibirloque.
Efectos de la deuda
En fin. Que si bajan los ingresos y aumentan los gastos, pues pasa como en cualquier casa, que o bien tiras de ahorros o bien pides prestado.
¿Y donde está el problema? ¿Tan malo es pedir prestado? Al final, si te prestan el dinero, pues lo coges y haces lo que tienes que hacer. Aunque lo de bomba atómica, no suena muy bien, ¿No?
Pues el principal problema de la deuda es que hay que devolverla. Es un detalle muy tonto, pero resulta que si, que quien te presta dinero lo hace con la intención de recuperarlo.
Ahí entra el concepto de servicio de la deuda que es lo que tienes que destinar a devolver los préstamos. Y que es dinero que no puedes destinar a otras cosas. Y aquí también hay políticos que opinan que la solución es no devolver el préstamo. Y que no pasará nada porque los acreedores de esa deuda son ‘los mercados’. Un ente abstracto que no nos afecta. O lleno de ricachos que pueden permitirse perder el dinero.
Riesgo de impago de la deuda
La realidad es que ‘los mercados’ son millones de familias que han comprado títulos de deuda, los bancos donde tenemos nuestros depósitos, las aseguradoras, nuestros fondos de pensiones, etc.
Si se produjera un default general, un impago de la deuda, los que lo sufriríamos seríamos todos nosotros.
Pero no nos queda espacio es para hablar de los peligros de la deuda aunque no haya impago. Que también los tiene. Por ejemplo, recordad lo que decíamos aquí.