Cualquiera diría, a la vista de esta noticia aparecida en El Economista, que china está pasando por malos momentos y que la situación se está agravando. El artículo nos habla de un ‘debilitamiento al crecer un 7,3%’. Su peor registro en cinco años.
Incluso el gráfico que acompaña la noticia nos habla de volver a niveles de la crisis.
Claro, que ese mismo gráfico, visto sin truncar los ejes y comparando con España, nos da un resultado ‘ligeramente’ distinto. No se, como que igual merece la pena dedicarnos un poco más a pensar en cómo vamos a salir nosotros de la crisis en lugar de si les va mejor o peor a los demás.
Porque además hemos de tener en cuenta un factor. Después de veinte años creciendo a niveles superiores al 7%, cada vez se hace más difícil seguir creciendo a ese ratio. Es decir, un crecimiento de un 14% en 2007 implicó producir 332 mil millones de euros más que el año anterior.
Crecer un 7,7% en 2013 supone fabricar 605 mil millones más. Es decir, en términos absolutos, el crecimiento de 2013 es casi el doble del que tuvo en 2007.
Por cierto, que el PIB per capita en 2007 en España era de 23.500€ y en China de 1.940€. Seis años más tarde, en 2013, el PIB per capita en España era de 22.300€ y el chino 5.239€.
Multiplicar el PIB por 2,7 en apenas 6 años implica un incremento espectacular en la riqueza y en el efecto que ésta tiene sobre el consumo. No es para nada descabellado pensar que en unos años China pasará de ser la fábrica del mundo a ser el mercado del mundo. Y si no, al tiempo.
La clave está precisamente en el PIB per capita y en la manera en que se reparte ese dinero dentro del país.
Hace unos nueve años estuve en China de viaje y me sorprendió el poco interés que mostraban por Europa. Era como si no existiéramos.
Su modelo era Estados Unidos y mi impresión es que ahí es hacia donde van. Un modelo de libre mercado con políticas sociales muy limitadas donde lo que importa es el logro individual.
Lo que está claro es que a medida que las familias vayan incrementando sus niveles de ingresos, pasarán de economías de subsistencia a economías de consumo como lo son hoy las occidentales. Y si un 5% de los chinos salta de escalafón en un año concreto y quiere comprar un coche, eso son 68 millones de coches en un solo año. Da que pensar, ¿No?
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