Interesante artículo aparecido en Expansión que nos habla de las cosas que han sucedido en el mercado de bonos para pasar de un coste de financiación de la deuda española superior al 7% a uno cercano a cero, cuando no negativo. Me gustaría resaltar cuatro de las razones que da para llegar a esta situación.
Recordemos que hace apenas dos años parecía que el mundo se acababa. Con una tormenta terrible sobre los países periféricos de la zona Euro, por todos lados se hablaba de la salida de varios países de la moneda única, del desdoblamiento de ésta en dos monedas, etc.
En ese momento el máximo responsable del Banco Central Europeo quiso dejar las cosas muy claras y dijo: “Dentro de nuestro mandato, el BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”.
La frase, unida a una serie de medidas como las sucesivas rebajas en los tipos de interés, fue un auténtico revulsivo en los mercados.
Pero no solo el BCE ha hecho sus deberes, sino que las reformas emprendidas por los gobiernos de los distintos países han ayudado a tranquilizar a los inversores.
Al fin y al cabo, lo que quiere un inversor cuando compra un bono es una rentabilidad que será mayor cuanto mayores sean las posibilidades de perder el dinero invertido, que es lo que llamamos la prima de riesgo.
Y en ese sentido, estas reformas de las que hablábamos han ido encaminadas a contener el déficit y a mejorar las perspectivas económicas.
Contener el déficit es importante. Imaginemos que viene un amigo a pedirnos un préstamo y sabemos que cada mes que pasa está más endeudado porque gasta más de lo que ingresa, tira de tarjeta de crédito, aplaza los pagos de la tarjeta y está en una espiral en la que debe cada vez más dinero.
En esas condiciones, a nuestro amigo solo le queda financiarse a un precio cada vez mayor según va aumentando el riesgo de no poder devolver el dinero.
Mejorar las perspectivas económicas es también muy importante. Si pensamos en el caso anterior, sería como si a nuestro amigo le subieran el sueldo. Pues tendría mayor capacidad de devolver los préstamos y sus prestamistas estarían más tranquilos.
Ya hemos hablado en números anteriores de NyM sobre el tremendo problema que supone el altísimo nivel de endeudamiento a que está llegando España. Con una deuda que, repartida a escote, son más de veinte mil euros para cada uno de los nosotros.
Así que ya vemos. Gran parte del cambio se debe a estos cuatro factores. El compromiso inequívoco del BCE con el Euro. Las medidas de carácter monetario tomadas, el ajuste en los déficit públicos de los estados miembros y las mejores perspectivas económicas.
Quería centrarme en estos, pero en el artículo hay más a vuestra disposición.